Viaje a Kenting (2)

MÁS LARGO QUE UN DÍA SIN PAN... POR FIN, LA SEGUNDA PARTE DEL VIAJE A KENTING!!!

Nos habíamos quedado saliendo de la playa de disfrutar de los inventos-plástico-acuáticos y cogiendo las motos.

Y para que las queríamos? Pues para montarnos e irnos hacia el Este.

  

Y durante el viaje pasamos por el punto más al sur de la isla de Taiwán.

  

E incluso por una central nuclear

 

Y ya se nos había hecho tarde y teníamos que comer así que volviendo para Kenting nos paramos en el BISTRO BEACH. Los platos muy ricos, el dueño majísimo y encantador, la decoración chulísima pero lo mejor de todo sin duda los 15 minutos que se tiro en hacernos los cafés que estaban de muerte!!!

Seguimos nuestro camino… y cruzamos la región de Kenting hacia el oeste buscando un puerto pesquero cerca de Manwan. Es una especie de plaza-mercado-restaurante donde van llegando los pescadores con los peces recién cogidos y a medida que lo van descargando, lo van cocinando y sirviéndolo en los platos... fresquito oiga!!!!.

Un sitio muy peculiar que merecería un apartado especial en el Exotic Meals.

Y después de vuelta a casa... duchita y a "disfrutar" de la noche de Kenting... y lo pongo entre comillas porque vale, la región es preciosa, puedes disfrutar de playa en Noviembre, de sol... pero por qué sólo hay una discoteca y está vacía? Y por qué esa discoteca tiene en el piso de abajo (en el sótano) una especie de turbia barra americana? Preguntas sin resolver de la vida taiwanesa...

Domingo:

Nos levantamos sobre las 10. Y María se alquiló una moto.

  

Y con esas, nos fuimos a la playa...

   

La playa estaba casi vacía, menos un pescador al lado de una zona vallada. Había un cartel en perfecto chino (que obviamente no entiendo) y un dibujo de prohibido bañarse. Y dije yo... date!!! Solo se puede bañar uno en la zona vallada... Pues esto es lo que pasó:

 

 

Si. Resultó que te podías bañar en toda la playa menos en la zona vallada. Y exactamente no era que no te pudieses bañar, si no que estaba prohibido hacerlo sin salvavidas que gentilmente me trajo el guardacostas... Vida esta...

Y voy a ir parando... Lo que siguió al baño matutino fue una mañana de moto, paisajes del parque natural y algún que otro chapuzón. La tarde se cortó abruptamente cuando empezó a llover de manera considerable y nos tuvimos que volver a Kenting (en la scooter 30 minutos...).

Y con eso, se acabó el viaje. Un par de horitas en minibus hasta Kaohsiung y otra hora y media hasta Taipei. Y comparado con Kenting... volvimos al frío Taipei.